Publicar fotografías comprometedoras
Es cierto que dentro de
nuestros círculos cercanos debiéramos tener solo a personas de confianza, pero
lamentablemente muchas veces las opciones de seguridad de las aplicaciones
fallan y por “accidente” muestran lo que compartimos a personas que no conocemos.Esto
puede derivar en que otras personas utilicen ese material como propio, le hagan
alteraciones con Photoshop o bien las utilicen para hacernos daño. Después de
todo caras vemos, corazones no sabemos.
Publicar cada lugar que visitas
En mis redes sociales, me
encuentro a diario con conocidos que gustan de utilizar el GPS para mostrar su
ubicación. El problema es que si un ladrón llega a ver ese estado, puede saber
que tiene fácil acceso a tu hogar.
Pelear con tu pareja
Ninguna pareja es
perfecta, pero créeme que los problemas se pueden solucionar en casa y no
mediante abrumadoras quejas de lo que el otro hace mal. Humillar a tu pareja
públicamente está lejos de ser sano: ridiculiza, hiere y muestra al mundo los
errores que tiene cada uno. Si tienes problemas, lo mejor es recurrir a los
métodos antiguos de comunicación: hablar cara a cara y solucionar los problemas
dentro de cuatro paredes.
Aceptar a gente que no conoces
Conocer personas es
siempre un placer, sin embargo comenzar a aceptar a personas que están al otro
lado del mundo, cuyo idioma no entendemos o bien que nos damos cuenta que
tienen “otro tipo de intenciones”, puede ser riesgoso, por lo que es mejor
evitarlo.
Si realmente quieres
aumentar tu listado de conocidos, comienza a salir más, haz actividades nuevas,
pero no recurras a lo inmediato, puede ser muy peligroso.
Pérdida de tiempo familiar
Cada vez que nos sentamos
frente a una pantalla el tiempo comienza a volar, sin darnos pie para que
notemos que hemos abandonado nuestros deberes o a nuestra familia. Evítalo y
comienza a disfrutar de la realidad.
Engaños Suplantar una identidad
En estos tiempos resulta
ser un asunto fácil, no permitas que esto te suceda. Sé cuidadoso con los datos
que entregas y confirma siempre que la persona con la que crees estar en
contacto es realmente ella.
No permitas que la moda
por usar diferentes redes sociales, arruine tus días; no te expongas, sé
responsable y comienza a disfrutar más lejos de las pantallas. Después de todo,
la vida es aquello que sucede mientras tú revisas las actualizaciones de tus
“perfiles”.
Autor: Joel Flores
Soluciones
1. Lo primero un buen antivirus. Tener instalada la última versión de tus
aplicaciones y sistema operativo es el primer paso de seguridad. El segundo es
evitar la infección de virus (software que se instala en tu ordenador sin tu
consentimiento y cuyo propósito es dañar su funcionamiento y actuar de
transmisor para dañar otros ordenadores, generalmente mediante el e-mail) con
un antivirus. No navegues en Internet ni utilices clientes de correo
electrónico sin tener activado el firewall e instalado un antivirus.
2. No
caigas en el phishing. Las
cadenas de mensajes (correos que te invitan a reenviarse con un contenido
atractivo) y los mails que te avisan de un supuesto problema solicitándote que
accedas a una página web (donde tendrás que proporcionar tu usuario y
contraseña) son la mejor forma de facilitar la infección de virus y de que se
capturen tus credenciales, respectivamente. Ninguna entidad bancaria ni
organización alguna envía correos electrónicos solicitando datos de acceso, así
que desconfía de todo ese tipo de mensajes. Nunca abras archivos adjuntos que
recibas en tu cuenta de e-mail, si desconoces el remitente. Y, aunque lo
conozcas, no lo abras si no lo solicitaste. No olvides que el P2P también posee
su riesgo pues algunos de los archivos pueden contener código malicioso.
Previsualizar los archivos y fijarse en el título de los mismos puede ser
suficiente. Hay servicios P2P más seguros que otros. Antes de instalar un
programa P2P investiga su funcionamiento.
3. Supervisa la actividad de tus hijos
menores de edad en la Red. Tener el
ordenador en un lugar común del hogar y vigilar los perfiles de tus hijos en
las redes sociales es una alternativa pero yo no estoy seguro de que eso sea lo
mejor. No me imagino acompañando a tu hijo al colegio hasta los 18 años,
dándole la mano para cruzar la calle y estando a su lado las 24 horas para que
un desconocido no le dé un caramelo con sustancias nocivas. Seguramente le
habrás enseñado lo que debe y lo que no debe hacer en la calle, en la escuela y
con sus amigos. Supervisa pero no dejes de enseñar. Sin duda, es mejor un niño
ilustrado y con autonomía que uno vigilado ignorante.
4. Configura una buena contraseña y activa el
acceso en dos pasos. Tu contraseña
es la llave de oro a tus actividades en la Red. Una contraseña es relativamente
fácil de averiguar con técnicas de ingeniería social y phishing. Pero existen
métodos para combatirlas: establece contraseñas fuertes; es decir, contraseñas
que contengan al menos 8 caracteres incluidas mayúsculas, minúsculas, símbolos
y números. Algunas aplicaciones, como Google y Dropbox, permiten la
verificación en dos pasos (uso del teléfono móvil para recibir un código que te
permite completar el login). Activa esa opción siempre que sea posible.
5. Configura los parámetros de privacidad. Todas las redes sociales incorporan opciones
de privacidad para configurarlas a tu gusto. Tú decides quién accede a tus
contenidos y cómo. Revísalas bien antes de publicar nada. Es preferible
organizar a tus contactos por listas o categorías y ofrecerles contenidos con
distintos niveles de privacidad. En Facebook, por ejemplo, una opción
recomendable es filtrar quién puede publicar en tu muro.
6. No aceptes relaciones con desconocidos. Con toda seguridad, una gran parte de los
contactos de una red social no son tus amigos de verdad. Aprende a diferenciar
los matices del concepto de “seguidor” y “amigo” en la Red. En Twitter, tus
seguidores son tu audiencia, la gente que lee tus publicaciones. Y tú sigues a
usuarios que te interesan por lo que aportan. No es necesario que ninguno de
ellos sea tu amigo realmente. En Facebook, sin embargo, solo deberías agregar a
personas que conozcas y que te inspiren confianza. Los menores de edad es
posible que se dejen convencer mediante el engaño y establezcan relación en
Tuenti o Facebook con personas que no son quien dicen ser. Si eres víctima de
acoso sexual por parte de un adulto (grooming) o cyberbulling (acoso de un
menor a otro menor) no dudes en contárselo a tus padres, tutores o profesores.
7. No publiques información comprometida. Ni en Twitter ni en Facebook, o similares,
proporciones datos que permitan a otros ubicar tu domicilio, escuela, lugar de
trabajo, etc. Y no confundas red social y blogging: Twitter se parece más a un
sistema de blogging que a una red social, por lo que tener una cuenta privada
no es muy recomendable. Pero si decides abrirla a todo el mundo, ten en cuenta
que lo que publiques es absolutamente público. Paula Vázquez, a pesar de sus
200.000 seguidores, seguramente lo obvió. 8. Si hay sospechas de delito
denúncialo. Como ves, tú posees el control de lo que publicas en Internet y de
lo que otros puedan publicar en tu perfil en aplicaciones como Facebook. Sin
embargo, ¿qué sucede con lo que se publica en sitios que tú no gestionas?. ¿Y
si alguien me fotografía sin mi permiso y lo cuelga en la Red? Ese es un temor
muy común y comprensible. Sin embargo, todas las redes sociales poseen opciones
de denuncia de abusos y contenido inapropiado. Con toda seguridad el contenido
será retirado rápidamente.
Autor: Joshel Zepeda
Las redes sociales son
paginas que tienen grandes riesgos que nos puede afectar de una gran manera.
Ya que pueden usar tu
cuenta si no la tienes bien protegida, podrían mandar mensajes a otras personas
que tienes agregadas o publicar imágenes que podrían afectarte ya sean intimas
u otro tipo.
O si publicas cosas sobre
ti ellos podrán saber sobre tus cosas, o si publicas los lugares donde te la llevas
diario por ejemplo si vas al gimnasio y lo publicas y saldrá la hora en la que
vas y ellos sabrán por si te quieren hacer algo sabrán a qué horas te podrán
agarrar.
Para evitar que nos pasen
estas cosas es tratar de poner nuestro perfil lo mas privado posible, y evitar
publicar cosas importantes o que san muy privadas de nosotros.
Esos son unos pequeños
consejos para evitar las cosas que y había mencionado para que no nos ocurra, o
fácilmente poner la publicación solamente para nuestros amigos y gente que no
conozcamos no la puedan mirar.
Autor: Eduardo Cardona
Los peligros de
las redes sociales para los jóvenes
El principal
riesgo que corren los jóvenes frente a las redes sociales es que sus padres no
sepan inculcarles un buen uso, que pasa por formar a los hijos en los valores
tradicionales y enseñarles que deben estar presentes también en las redes
sociales. Pero para llevar a cabo esta adaptación del mensaje educativo, es
fundamental que los mayores nos pongamos al día en este ámbito. Es una tarea de
padres y educadores enseñar a los menores a su cargo a configurar la
visibilidad.
Es una tarea de
padres y educadores enseñar a los menores a su cargo a configurar la
visibilidad de sus datos personales en las redes sociales, haciéndoles valorar
tanto la privacidad propia como la ajena. Las webs de cada red social suelen
incluir un enlace a la página en la que se indica al usuario cómo configurar
adecuadamente la privacidad de sus datos personales. El problema es que la
mayor parte de los usuarios nunca consulta esta página y se despreocupa de la
privacidad.
Por un lado,
alguien puede usurpar la identidad de una persona que conocemos para engañarnos
a nosotros en las redes sociales. Además, Internet protege de modo natural el
anonimato de quien opera en ella, por lo que la comisión de delitos podría quedar
impune debido a la dificultad de identificación de quienes los cometen. Si se
produce algún abuso, es fundamental denunciarlo cuanto antes para que los
cuerpos de seguridad del Estado puedan perseguir al infractor.
El cyberbullying o
acoso a través de Internet es un fenómeno que alarma a padres y autoridades
gubernamentales, ya que va en aumento, con el crecimiento de las redes sociales
y el tiempo, cada vez mayor, que dedican los niños y adolescentes en estos
espacios.
Intimidación,
exclusión y maltrato son caras de un mismo problema. Personas que reciben
mensajes hirientes, intimidatorios y humillantes se envían a diario generando
miedo y dolor en las víctimas y la diversión del acosador. Secretos
descubiertos, rumores falsos, reputaciones arruinadas, un hostigamiento
continuo.
Esta es quizá una
de las principales peligros de las redes sociales que los padres temen para sus
hijos. Un problema que puede empezar en la escuela, como un juego entre sus
amigos pero que también puede involucrar a gente adulta que aprovecha la
facilidad de crear perfiles falsos en estas plataformas.
2.- Incitación al
odio
Prejuicios,
mensajes de odio, intolerancia y llamados a la violencia contra una persona o
grupos de personas a causa de su raza, religión, nacionalidad o ideas
políticas, se multiplican y amplifican también en las redes sociales
aprovechando su característica de viralidad.
Los mensajes de
odio no son exclusivos de los sitios de redes sociales, pero sí pueden ser
usados y con mucha frecuencia para la difusión de expresiones discriminatorias
y discursos racistas hacia el otro, que es diferente. Los grupos sociales más
atacados son los judíos, católicos, musulmanes, hindúes, homosexuales, mujeres,
inmigrantes y las minorías.
En mayo de 2010
Facebook se vio presionado a cerrar el grupo “Yo también odio a los judíos”, un
espacio que promovía el aborrecer a un colectivo humano e incitaba a la
violencia en contra de esa comunidad. En YouTube a diario se suben videos de
contenidos agresivos y discriminatorios. Las redes también pueden ser entonces
espacios en donde pareciera más fácil organizar y juntar estos odios,
haciéndolos más visibles.
3.-Rechazos
laborales
He aquí otro de
los peligros de las redes sociales. Las oficinas de recursos humanos están cada
vez más atentas a las redes sociales y a lo que allí hacen o dicen sus futuros
empleados. Mucha gente, sin embargo, no toma en cuenta cómo afectan las redes
sociales a su reputación online. Los perfiles pueden ayudar a los reclutadores
a conocer mejor a sus aspirantes y restarles puntos.
4.- El phishing
Este es uno de
peligros de las redes sociales más conocidos. Se trata de una modalidad de
fraude que se caracteriza porque el usuario es llevado al engaño haciéndole
revelar todos los datos de acceso de su cuenta mediante la inviatción a una
página falsa idéntica a l de una red social. Al hacer clic, el usuario creerá
por la apariencia tan parecida que se trat de un sitio de confianza e iniciará
sesión normalmente.
Una vez que los
datos son obtenidos, la página redireccionará al sitio original y el usuario no
se habrá dado cuenta hasta que su cuenta sea manipulada para fines fraudulentos
como enviar spam a sus contactos o convencerlos de instalar algún programa
malicioso, aprovechando su confianza. Su información privada también puede ser
vendida junto a la de otra miles de cuentas en el mercado negro.
5.- Malware
peligros redes
sociales malwareDurante el 2010, Facebook y Twitter, las más populares redes
sociales han sido precisamente las más afectadas por violaciones de seguridad.
El gusano Koobface fue una de las primeras grandes amenazas para Facebook en
2008. Mediante comentarios en los perfiles de sus víctimas, los invitaba a ver
un video mediante un enlace a una web que a su vez le pedía instalar un códec
para ver correctamente el sitio.
Desde esa fecha
hasta hoy el abanico de aplicaciones falsas se han multiplicado, con la promesa
de enterarse quién visitó su perfil o ver las respuestas a preguntas que sus
amigos han contestado sobre ellos, imágenes divertidas o noticias
sorprendentes, los usuarios son atraídos a caer en estas trampas que terminan
con sus cuentas infectadas.
Otro de los
peligros de las redes sociales se dio en Twitter con el uso de acortadores para los enlaces ha
sido aprovechado para campañas de spam y redireccionamiento a sitios de dudosa
confiabilidad. Además, también existen aplicaciones que ofrecen fascinantes
características que tientan a su instalación, cuando en realidad utilizan los
permisos concedidos para mandar más spam o robar datos privados.
6.- Problemas de
privacidad
Para muchos, las
redes sociales se han convertido en archivos diarios cargado con riquísima
información sobre sus vidas. Desde datos básicos y de contacto, hasta
información acerca de sus amigos, sus trabajos, aficiones, rutinas y
actividades contadas en fotos y comentarios.
Sin embargo,
aunque nos han facilitado compartir parte de nuestra vida, también inspiran
temor y suspicacias sobre cómo son administrados esos datos sensibles. Facebook
desde su creación ha generado debates inacabables sobre sus límites de
privacidad: el uso de esta información para la publicidad y el fácil acceso
para las aplicaciones de terceros, el indexado en sitios web externos y los
derechos de propiedad y reproducción.
7.- Pérdida de
productividad
peligros redes
sociales trabajoAlgunas personas no logran controlar el tiempo que pasan
revisando sus redes sociales, llegando incluso a interferir con otras
actividades como el estudio y el trabajo. Es cierto que a veces puede parecer
más fácil escoger pasar un tiempo divertido y relajado que concentrase en
actividades importantes, pero esto genera un problema porque se van
postergando. Por eso, son más ahora las empresas que prohíben y bloquean su uso
en las oficinas y centros de enseñanza por considerar que distraen y bajan la
productividad de sus empleados.
PREVENCION
1. Lo primero un
buen antivirus. Tener instalada la última versión de tus aplicaciones y sistema
operativo es el primer paso de seguridad. El segundo es evitar la infección de
virus (software que se instala en tu ordenador sin tu consentimiento y cuyo
propósito es dañar su funcionamiento y actuar de transmisor para dañar otros
ordenadores, generalmente mediante el e-mail) con un antivirus. No navegues en
Internet ni utilices clientes de correo electrónico sin tener activado el
firewall e instalado un antivirus.
2. No caigas en el phishing. Las cadenas de
mensajes (correos que te invitan a reenviarse con un contenido atractivo) y los
mails que te avisan de un supuesto problema solicitándote que accedas a una
página web (donde tendrás que proporcionar tu usuario y contraseña) son la
mejor forma de facilitar la infección de virus y de que se capturen tus
credenciales, respectivamente. Ninguna entidad bancaria ni organización alguna
envía correos electrónicos solicitando datos de acceso, así que desconfía de
todo ese tipo de mensajes. Nunca abras archivos adjuntos que recibas en tu
cuenta de e-mail, si desconoces el remitente. Y, aunque lo conozcas, no lo
abras si no lo solicitaste. No olvides que el P2P también posee su riesgo pues
algunos de los archivos pueden contener código malicioso. Previsualizar los
archivos y fijarse en el título de los mismos puede ser suficiente. Hay
servicios P2P más seguros que otros. Antes de instalar un programa P2P
investiga su funcionamiento.
3. Supervisa la
actividad de tus hijos menores de edad en la Red. Tener el ordenador en un
lugar común del hogar y vigilar los perfiles de tus hijos en las redes sociales
es una alternativa pero yo no estoy seguro de que eso sea lo mejor. No me
imagino acompañando a tu hijo al colegio hasta los 18 años, dándole la mano
para cruzar la calle y estando a su lado las 24 horas para que un desconocido
no le dé un caramelo con sustancias nocivas. Seguramente le habrás enseñado lo
que debe y lo que no debe hacer en la calle, en la escuela y con sus amigos.
Supervisa pero no dejes de enseñar. Sin duda, es mejor un niño ilustrado y con
autonomía que uno vigilado ignorante.
4. Configura una buena contraseña y activa el
acceso en dos pasos. Tu contraseña es la llave de oro a tus actividades en la
Red. Una contraseña es relativamente fácil de averiguar con técnicas de
ingeniería social y phishing. Pero existen métodos para combatirlas: establece
contraseñas fuertes; es decir, contraseñas que contengan al menos 8 caracteres
incluidas mayúsculas, minúsculas, símbolos y números. Algunas aplicaciones,
como Google y Dropbox, permiten la verificación en dos pasos (uso del teléfono
móvil para recibir un código que te permite completar el login). Activa esa
opción siempre que sea posible.
5. Configura los parámetros de privacidad.
Todas las redes sociales incorporan opciones de privacidad para configurarlas a
tu gusto. Tú decides quién accede a tus contenidos y cómo. Revísalas bien antes
de publicar nada. Es preferible organizar a tus contactos por listas o
categorías y ofrecerles contenidos con distintos niveles de privacidad. En
Facebook, por ejemplo, una opción recomendable es filtrar quién puede publicar
en tu muro.
6. No aceptes relaciones con desconocidos. Con
toda seguridad, una gran parte de los contactos de una red social no son tus
amigos de verdad. Aprende a diferenciar los matices del concepto de “seguidor”
y “amigo” en la Red. En Twitter, tus seguidores son tu audiencia, la gente que
lee tus publicaciones. Y tú sigues a usuarios que te interesan por lo que
aportan. No es necesario que ninguno de ellos sea tu amigo realmente. En
Facebook, sin embargo, solo deberías agregar a personas que conozcas y que te
inspiren confianza. Los menores de edad es posible que se dejen convencer
mediante el engaño y establezcan relación en Tuenti o Facebook con personas que
no son quien dicen ser. Si eres víctima de acoso sexual por parte de un adulto
(grooming) o cyberbulling (acoso de un menor a otro menor) no dudes en
contárselo a tus padres, tutores o profesores.
7. No publiques información comprometida. Ni
en Twitter ni en Facebook, o similares, proporciones datos que permitan a otros
ubicar tu domicilio, escuela, lugar de trabajo, etc. Y no confundas red social
y blogging: Twitter se parece más a un sistema de blogging que a una red
social, por lo que tener una cuenta privada no es muy recomendable. Pero si
decides abrirla a todo el mundo, ten en cuenta que lo que publiques es absolutamente
público. Paula Vázquez, a pesar de sus 200.000 seguidores, seguramente lo
obvió.
8. Si hay sospechas de delito denúncialo. Como
ves, tú posees el control de lo que publicas en Internet y de lo que otros
puedan publicar en tu perfil en aplicaciones como Facebook. Sin embargo, ¿qué
sucede con lo que se publica en sitios que tú no gestionas?. ¿Y si alguien me
fotografía sin mi permiso y lo cuelga en la Red? Ese es un temor muy común y
comprensible. Sin embargo, todas las redes sociales poseen opciones de denuncia
de abusos y contenido inapropiado. Con toda seguridad el contenido será
retirado rápidamente.
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